“Y de repente… se paró el mundo, tu mundo, mi mundo, TODO. Os cuento lo que he aprendido del 2020.
Cómo volví a ser yo después de lo que he aprendido del 2020
Inmersa en el día a día… sin demasiado entusiasmo por nada, más bien alimentándome de pensamientos negativos, cada día me siento peor. Cansada, agobiada, ¿qué hago con mi vida? No tengo nada, no tengo lo que quiero, no tengo proyectos ni ilusiones, solo trabajar trabajar y más trabajar para pagar facturas y que me de el sueldo para vivir. La gente está imposible, todo el mundo inmerso en sus vidas… igual que yo. Trabajar cara al público me agota, me absorbe las energías… todos tienen todo aquello que yo anhelo, esas vidas perfectas y maravillosas tipo Instagram, o todos vienen a descargar sus basuras mentales en la tienda, quejándose por todo, sin valorar realmente lo afortunados que son, QUE SOMOS.
Y de repente, como si de una película de ficción se tratara, una pandemia mundial. No se puede salir de casa. ¿Cómo? ¿Estás de broma no? NO, VA EN SERIO.
No daba crédito a lo que estaba sucediendo. Todos mis estúpidos problemas y angustias en ese momento pasaron a un segundo… a un tercero… a un milésimo plano. Encerrada en casa con mis dos gatos, esto no puede ser verdad, mañana me despertaré y todo habrá sido una macabra pesadilla.
Llevaba 2 años sin tocar una mancuerna. Tras más de veinte años de duros entrenos, de luchar contra mi naturaleza para conseguir un cuerpo de competición, de poner en riesgo mi salud con dietas y entrenamientos extremos, salí de todo aquel mundo muy quemada, no quería saber del tema. Perdí mucha musculatura, ¡qué fue de aquellas piernas marcadas, ahora llena de celulitis! Comía desordenadamente, me daba atracones intentando llenar un vacío emocional que mi traicionera mente se había inventado.
Curiosamente, algo inesperado sucedió en la cuarentena. Me sentí MENOS SOLA QUE NUNCA, PORQUE PUDE ENCONTRARME A MI MISMA.
Es curioso como ante las adversidades, el ser humano es capaz de reinventarse y resurgir. De repente sentí que lo que estábamos viviendo era algo dramático, histórico, pero también sentí que TENÍAMOS UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA REALMENTE TRABAJAR NUESTRO INTERIOR, PARA PONER LOS PIES EN LA TIERRA Y PARA VALORAR LO MARAVILLOSA QUE ES LA VIDA. ¿Cuántas veces hemos derrochado nuestro tiempo y energías ahogados en minucias o sufriendo por lo que pasará o estancados en el pasado? SOMOS PRIVILEGIADOS.
Y ¿cómo vencí a mis fantasmas internos y llené todos esos vacíos creados por mi mente? PUES VOLVIENDO A SER YO, VOLVIENDO A CUIDARME. Con garrafas de agua, cajas de bricks de leche, los sacos de arena de mis gatos… comencé a entrenar. Era poco, pero ya me estaba moviendo. Comencé a comer sano, alimentando mi cuerpo de buena energía, buenos pensamientos. ¡Comencé a darme cuenta de que SOY RICA! Apagué la tele, escuché música, bailé por el salón… lo más valioso que tenemos ES NUESTRO TIEMPO, porque es lo único que no se recupera, así que decidí que a partir de ahora iba a exprimir cada segundo al máximo, sin dejar hueco para que nada tóxico se meta en mi mente, no hay sitio para eso.”
¿Cuál es tu historia?
Cada uno de vosotros tendrá su historia personal para contar. Esta es la mía. Sé también de muchas personas que lejos de cuidarse, se abandonaron durante la cuarentena. Pero igualmente tuvieron un aprendizaje, y espero que todos se den cuenta. VALORA TU TIEMPO, es sin duda lo más valioso que he aprendido este 2020 .
Yo empecé a cuidarme de nuevo mientras estábamos confinados, pero también muchos de los que no lo hicieron, ahora si que lo están haciendo. Gente que no había hecho deporte en su vida, ahora, tras esta experiencia, se dan cuenta qué tan importante es cuidar nuestro cuerpo, nuestra salud. Moverte, hacer el deporte que más te guste, bailar, correr, largos paseos.
Aléjate de los ladrones del tiempo, como la televisión, las redes sociales, los videojuegos… disfruta de eso, si, pero dosifícate. Nútrete de todo aquello que realmente te haga sentir mejor y te mejore día a día. Queremos envejecer felices, con salud, positivos… EL DEPORTE ES LA MEJOR MEDICINA.
Tu cuerpo, es donde vives, es TU TEMPLO, cuídalo, quiérelo, trátalo bien, por encima de todo.
Espero que pronto todo esto sea un recuerdo, que se quede solo impregnado en los libros de historia de nuestros hijos o nietos. Ya queda menos para poder abrazar y besar sin temor, ahora que se acaba el año, HAZ BALANCE DE TODO LO VIVIDO Y QUE ESO TE SIRVA PARA SER MEJOR PERSONA, MÁS FELIZ… ESTE MUNDO NECESITA HUMANIDAD.