La infección del tracto urinario (ITU), es la enfermedad infecciosa bacteriana más frecuente en atención primaria. Se trata de una invasión a nivel del urotelio por un patógeno (germen, que generalmente son bacterias) y que como consecuencia provoca una inflamación local, pudiendo ser a nivel del tracto urinario inferior o superior.
La infección urinaria, también conocida como cistitis, predomina en la mujer, dándose en 1 de cada 3 mujeres antes de los 24 años y al menos el 50% de las mujeres presentaran una ITU a lo largo de su vida. Aunque las causas dependen de muchos factores (edad, sexo, uso de antibiótico previo,…) el agente causal más frecuente es bacteriano y dentro de las bacterias que pueden causar una infección del trato urinario es la Escherichia Coli la más frecuente (60-90%). Existen otros patógenos como la Klebsiella pneumoniae, Proteus Mirabilis, o en el caso de ciertos factores predisponentes o en asistencia en hospitales las Pseudomonas aeruginosa o el Enterococo.
¿Cuáles son los síntomas de una infección urinaria?
El síntoma primordial es el dolor y en concreto el dolor al orinar, lo que denominamos en medicina disuria y que suele acompañarse de aumento de la frecuencia y de la urgencia miccional. Este dolor al orinar se describe de muchas maneras como quemazón, escozor,… y característicamente se presenta al final de la micción. Hay otros síntomas como por ejemplo la hematuria que son menos frecuentes. La hematuria no es más que la presencia visible de sangre en la orina.
Si nos fijamos en la orina, esta suele ser más turbia y con olor fuerte. No debemos equivocar estas características con la orina de la mañana o tras un gran esfuerzo ya que en estos casos lo que sucede es que la orina es más oscura (no turbia) y es por aumento de la concentración de la orina.
Hay unos síntomas que nos deben alertar para consultar urgentemente con nuestro médico, como es la presencia de fiebre y dolor a nivel de los riñones o región lumbar.
¿Cómo diagnosticamos las Infecciones del Tracto Urinario?
Inicialmente el diagnóstico puede ser clínico, es decir, que si una mujer acude a mi consulta y me cuenta: ”tengo dolor cuando orino, justo al final, es como escozor, y además he notado que en los 2-3 últimos días la orina era como más turbia y olía muy mal. Hoy cuando he orinado, además de escocerme, me he dado cuenta que había algo de sangre”. Ante esta situación hay dos posibilidades, instaurar el tratamiento, o realizar una tira de orina en consulta. En ocasiones la tira de orina no aporta datos objetivos de la infección, pero eso no descarta el diagnóstico de Infección del Tracto Urinario. Sólo la presencia de estos síntomas justificaría la actuación médica.
Pero no siempre los síntomas son tan claros o se solapan con otros. En muchas ocasiones hay que hacer un diagnóstico diferencial con una infección vaginal, o podemos pensar que el patógeno pueda ser resistente a los antibióticos de elección, o en infecciones recurrentes. Ante una situación de las descritas anteriormente, podemos solicitar una orina cuya recogida sea a primera hora de la mañana y en el que solicitaremos un sistemático (pH, nitritos, glucosa,…) sedimento (presencia de oxalatos,…) urocultivo para determinar la bacteria y el antibiograma para saber los antibióticos a los que es sensible la bacteria en cuestión.
¿Es necesario siempre tomar antibióticos?
En ocasiones mandamos un tratamiento antibiótico y persiste la sintomatología, en este caso será necesario realizar estos estudios para confirmar el tratamiento adecuado. Ahora bien, realizar un tratamiento con antibiótico a una paciente sin síntomas urinarios, aunque tenga presencia de una bacteria en el cultivo, no es del todo correcto. Es lo que denominamos Bacteriuria asintomática.
Por lo tanto, para el diagnóstico de una infección del trato Urinario, es imperativo la presencia de sintomatología (disuria, urgencia miccional,…) y no siempre será necesario la utilización de tiras o un cultivo de orina.
Instaurar un tratamiento precoz es fundamental para resolver la situación. En el ámbito deportivo una infección disminuye considerablemente nuestro rendimiento, no sólo en pruebas competitivas, si no en el entrenamiento diario. Por otro lado, se evitarán complicaciones como por ejemplo una Pielonefritis (dolor a nivel renal, fiebre, náuseas, …).
¿Cuál es el tratamiento? ¿Podemos evitar la cistitis?
El tratamiento de elección es el uso de los antibióticos vía oral. Con frecuencia y según las guías clínicas, el tratamiento de la Infección del Tracto Urinario no complicado es la Fosfomicina en monodosis, dos días.
Desde hace unos años, se utiliza el Arándano Rojo Americano con eficacia cuando la infección es por la Escherichia Coli (la bacteria más frecuente). En los últimos años han surgido muchos suplementos de Arándano Rojo Americano y no todos cumplen con la calidad o la concentración de principios activos que le confieren eficacia a este fruto.
Weider ha desarrollado un suplemento que podemos usar en prevención y/o tratamiento de las Infecciones de Orina del Tracto Urinario y cuyos componentes principales son la D-Manosa y un concentrado patentado de Arándano Rojo Americano llamado Pacran. Son las gominolas Cranberry gummies.
La D-Manosa es un azúcar simple o monosacárido que se elimina en su totalidad por la vía urinaria. En estas mismas vías urinarias, la D-Manosa tiene una importante capacidad de adhesión a la bacteria, principalmente a la E. Coli.
¿Qué suplemento con extracto de arándano tomar?
Arándano Rojo Americano (Pacran): Lo primero comentar que es un tratamiento seguro, que incluso se puede usar en el embarazo y en la lactancia e incluso con los niños. Pacran es más que un extracto de Arándano, es un concentrado de Arándano Rojo Americano y donde ha conseguido por un lado un alto nivel estandarizado de Proantocianidinas. Pero como digo la diferencia está en que es un concentrado, esto quiere decir que se aprovecha todos los componentes del fruto, ya que así se consigue un efecto sinérgico de sus componentes. Otros componentes presentes son ácidos grasos, compuestos fenólicos,… (tabla-1).
En el uso de plantas medicinales (fitoterapia) es frecuente la utilización de la planta entera para conseguir esa sinergia de sus componentes, pero Pacran es única en el Arándano Rojo americano y se sustenta en varios estudios científicos, por ello ha sido elegido para las gummies de Cranberry. Estos estudios publicados se han realizado en base a conseguir la concentración optima de sus componentes para llegar a la eficacia deseada en el tratamiento y prevención dela infección de tracto urinario.
La actividad principal de la D-Manosa y del Arándano Rojo Americano es evitar la adhesión de la E. Coli a la pared del tracto urinario. La suma de ambos componentes, siendo Pacran un concentrado de Arándano Rojo Americano y no sólo un extracto de PACs, confiere a este suplemento unas características que le hacen único.
Los estudios evidencian que:
- Pacran tiene unos compuestos activos que que se unen a la E. Coli, impidiendo que esta se adhiera a la pared del tracto urinario y eliminándose por la orina.
- Pacran ha demostrado mayor tiempo de acción que los compuestos de PACs. La acción persiste más de 24 horas (Howell, 2009).
- La utilización continua de un suplemento con Pacran reduce en un 36% la infección por E. Coli. Es como consecuencia de la eliminación continua de esta barteria por vía urinaria (Sengupta, 2011).
- Pacran reduce la recurrencia de los episodios de infección de orina en un 58% (Vostolova).
- Puede usarse de forma combinada con el antibiótico de elección.
La ingesta de 2 gominolas al día de Cranberry gummies te ayudará a la prevención de las infecciones urinarias, e incluso a disminuir su recurrencia.