9 recomendaciones para encontrar el mejor gimnasio
Es el momento de marcarte nuevos objetivos, asumir nuevas metas y dejar de lado los hábitos poco saludables. Y si estás cansado de entrenar en un escenario que no da la talla, este es el mejor momento para cambiar a un gimnasio que te ayude a recuperar tu motivación y obtener un físico ideal. Entrenar en el lugar adecuado puede contribuir a que conserves la motivación e incluso puede ayudar a mantener a raya enfermedades que impiden ganar masa. Así que ahora que comienza la temporada, Weider te presenta nueve factores a tener en consideración para encontrar el un gimnasio perfecto.
1. LA UBICACIÓN ES CRUCIAL
Aunque las ganas de entrenar te salgan por las orejas, cuando decides hacerte socio, la vida siempre encuentra alguna forma de interponerse entre tus objetivos. Para garantizar que el entrenamiento es lo primero tienes que encontrar un gimnasio que quede cerca de tu casa o del trabajo. Es más, busca un gimnasio que quede a medio camino entre tu casa y el trabajo, si pasas por delante todos los días, saltarte un entrenamiento será más difícil.
2. VISITA EL GIMNASIO EN HORA PUNTA
Todo el mundo puede entrenar de maravilla en un gimnasio vacío. Pero si tu horario te obliga a entrenar en las horas en que el gimnasio está petado (eso suele ser entre las 6 y las 8 de la tarde en días laborables) trata de evitar las multitudes a esas horas. Si crees que vas a tener que esperar para usar todas las maquinas que necesitas, es mejor que busques unas instalaciones más grandes y/o con menos gente.
3. OBSERVA A LOS SOCIOS
No queremos criticar, pero el estilo y la calidad de tus compañeros de entrenamiento puede significar una diferencia en tu nivel de motivación o distracción. Si los socios del gimnasio entrenan y progresan con dedicación y motivación, estarás en buena compañía. Pero si la zona de peso libre parece un bar de copas, no pienses que nadie va a interrumpirte antes de que termines tu rutina.
4. COMPRUEBA LAS MÁQUINAS
Definitivamente las máquinas ocupan un lugar en tu rutina, y a no ser que tengas una genética privilegiada, tendrás que incluir en tus entrenamientos algunos ejercicios decisivos con peso libre si quieres ganar masa magra. Un soporte o jaula de sentadillas, si es posible más de una, es obligatoria, como también unas mancuernas de más de 30 kilos.
5. BUSCA TOLERANCIA
Hoy día algunos gimnasios piensan que es mejor mantener a los culturistasalejados. Y para demostrarlo, han eliminado de sus instalaciones elementos básicos e indispensables como son el peso muerto o una sala de levantamientos. Aunque no te apetezca entrenar junto a levantadores que llevan bandas en las rodillas, que dan gritos durante toda la serie y dejan tiradas las mancuernas como si fueran lanzadores de peso, tampoco te interesa que los socios del gimnasio te peguen un bufido si haces algo de ruido en las últimas sentadillas.
6. SUBE EL ESTÁNDAR DEL CARDIO
Las máquinas de cardio han cambiado mucho, ahora tienes salas de cardio con pantallas de cine y hasta las máquinas con minipantallas incorporadas. Así que no te ningunees cuando se trate de la parte más pesada del entrenamiento y consigue que sea lo menos mortalmente aburrida. Unas cintas de entrenamiento enchufadas a la MTV ya no bastan.
7. FÍJATE EN LA MÚSICA
Claro que puedes entrenar con un iPod, pero tener que escuchar a Malú de camino a los vestuarios no ayuda a segregar testosterona. Lo mismo sucede con las paredes pintadas de color pastel o cualquier otra señal de que el gimnasio que has escogido es para familias y “productoras de estrógenos”.
8. EVITA LOS CONTRATOS CON TRAMPA
Numerosos gimnasios están muy interesados en todos esos socios que se apuntan en Enero, visitan la sauna un par de veces y no vuelven a aparecer. Y por si eso no fuera suficiente, algunos gimnasios poco fiables usan contratos con término abierto para continuar pasándote recibos aunque la fecha del mismo haya expirado. Para no malgastar el dinero que tanto te cuesta ganar, asegúrate de que firmas un contrato con término cerrado. Con suerte puede que encuentres un gimnasio que prescinda de los contratos y que anteponga la satisfacción del cliente.
9. LO INVISIBLE TAMBIÉN CUENTA
Los gimnasios son el paraíso para los gérmenes, los hongos y las bacterias. Unas condiciones poco higiénicas en las colchonetas, los equipos o en los vestuarios pueden producir riesgos para la salud innecesarios como el papiloma humano (por ej. verrugas), tiña o infecciones por estafilococo. Por tanto, cuando examines el próximo gimnasio, fíjate en las condiciones higiénicas. El polvo bajo las máquinas o los equipos de cardio es una clara señal de que no están haciendo nada por evitar a los invisibles patógenos.