…y no morir en el intento
Todos los años la misma historia, llega diciembre y parece que nos entra una gula por comer y comer, y los excesos navideños destrozan todo el trabajo de meses en pocos días.
Excesos navideños
No estoy diciendo que no comas en la Navidad, ni mucho menos, lo que trato de decir es que realmente los excesos navideños son como mucho cinco:
- Cena o comida de empresa
- Cena de nochebuena
- Comida de navidad
- Cena nochevieja
- Almuerzo 6 de enero
Realmente, si te “desmadras” nutricionalmente hablando solo esos días (y sí, podemos hacerlo sin problema ninguno hasta reventar si quieres) no tienes por qué ver 4 kilos más en la báscula el día 7 de enero.
Por eso planteo que seamos disciplinados, que disfrutemos como críos estas fechas, pero que no caigamos en esa costumbre de atiborrarnos como si no hubiésemos visto comida nunca. ¿Te has preguntado alguna vez por qué lo hacemos? ¿Por qué tenemos ese comportamiento si sabemos que luego nos vamos a arrepentir? Además que no es para nada saludable ni natural para nuestro cuerpo esos excesos navideños llenos de calorías, grasas, toxinas, alcohol. Es de lo más recomendable festejar y meterse un chute de calorías de vez en cuando, pero no los 30 días del mes.
Otra cosa muy común es decir “bueno, no pasa nada. Yo lo doy todo en diciembre y luego hago una dieta de choque para compensar”. ¡Pues no, olvídate porque eso sí que sería una locura! ¿Primero te atiborras de tantas grasas y azúcares que cuerpo no sabe ni cómo reaccionar a esa desmesura y luego te matas de hambre 15 días a base de pollo y piña?. (Bien! Bravo por las mentes inteligentes!)
Entonces:
- En navidad: Puedes hacer perfectamente 5 comidas especiales ¡come, bebe, disfruta!
- El resto de los días/comidas: Come como siempre.
- No hagas dietas o comidas para compensar, no te va a hacer falta! Una cosa es comer más ligero las comidas posteriores y otra cosa es estar 3 días a base de siropes depurativos
Sin más, sin complicaciones. Hay que quererse más y comer un poquito menos (y mejor).
